De vez en cuando
regreso
allá, donde yo he
nacido,
a charlar con el
changuito
que hace bastante yo he
sido,
a recuperar los sueños
que en el trayecto he
perdido,
a abrazar esa inocencia
que alguna vez he
tenido,
y que hay veces que me
ignora
como forma de castigo.
De vez en cuando
regreso
donde alguna vez fui niño,
y converso con mi
infancia,
por donde anduve, le
explico,
de las cosas que he
ganado
y de aquello que he
perdido;
ella hay veces que
sonríe
con las cosas que le
digo,
pero otras veces me
abraza
y llora junto conmigo.
De vez en cuando
regreso
donde mi todo dio inicio,
y camino las veredas
que hace mucho he
recorrido
con un morral de
ilusiones
y manos en el bolsillo,
de un pasado
inolvidable,
pero sin embargo,
efímero,
porque el hoy es lo que
cuenta
y es el hoy donde ahora
vivo.
De vez en cuando
regreso
donde se encarnó el
hechizo
en mi carne y en mi
alma
sin pedirme ni permiso,
y allí me siento feliz
del camino recorrido,
conforme de lo que soy
y de aquel niño que he
sido,
con fuerzas para lograr
cada sueño que he
tenido.
De vez en cuando
regreso,
con mi cuerpo, o mis
suspiros.
ALDO R. GUARDATTI