SOLO PALABRAS

SOLO PALABRAS

viernes, 31 de marzo de 2017

UN AMOR PROHIBIDO

Un amor prohibido, un amor secreto,
tan cierto e intenso como clandestino,
que nos lleva al limbo tras de cada encuentro,
que es como un obsequio de origen divino.

Un amor prohibido, hermoso y oculto
a ojos del mundo, que juzga sin tino.
Un amor bendito, eterno y profundo
en el que me hundo tras de sus suspiros.

Un amor secreto, al margen de todo,
sin normas, ni modos, ni escaso precepto.
Milagro imperfecto de ternura y gozo,
encuentros gloriosos, dulces y discretos.

Amor clandestino de encuentros privados,
tan insospechados como incomprendidos,
sutil, investido de tierno pecado,
delirio encantado, romántico hechizo.

Un amor oculto de toda la gente,
lujuria latente y deseos desnudos.
Un amor rotundo, intenso y paciente
que espera por siempre, aunque sea un segundo.

Amor tan prohibido como verdadero,
misterioso sueño que late escondido
donde no ha podido el mundo vencerlo.
Un amor eterno, el tuyo y el mío.-

                                     ALDO R. GUARDATTI
                              (Todos los derechos reservados)




jueves, 30 de marzo de 2017

EL CASADO INFIEL (Homenaje a Federico García Lorca)

Quisiera llevarte al río
como si fueras mozuela,
que ya no tienes marido.
En una noche cualquiera,
cuando no haya lluvia o frío,
te  llevaré de la mano
hasta donde sueña el río,
e incontenibles mis manos
por sobre de tu vestido
pondrán enhiestos tus pechos
entre besos y suspiros.
Sin desgarrarte las ropas
mis dedos, cual torbellinos,
en su roce con la tela
silenciarán a los grillos.
A la vista de Selene,
las ondinas y los lirios,
los árboles con su fronda
cubrirán nuestro delirio.

Allá, bien lejos del pueblo,
de curiosos y vecinos
he de tenderte sin prisa
en fresco lecho de limo.
Cuando me quite la ropa,
seguro tú harás lo mismo
y así el candor y el deseo
serán tu único abrigo.
Tendrán envidia las rosas
de tu piel y mis cariños.
Querrán brillar las estrellas
en tu cuerpo enardecido.
Tus muslos, cual dos serpientes,
pecando y plenos de brío,
se enroscarán a mi cuerpo
como la parra al olivo.
Y sortearé en esa noche
del recato los abismos,
aferrado a tu figura,
como el náufrago al vestigio.
Mis labios serán sellados
por mi nobleza y buen tino
de las cosas que me digas
divagando entre gemidos.
Tu piel sucia de arena,
tu cuerpo de besos míos
serán un recuerdo efímero
cuando te lleve del río.

Luego seré, como siempre,
un caballero legítimo,
sin evidenciar mis actos
ese encuentro clandestino.
Y si acaso me enamore
preferiré ser tu amigo,
para llevarte otras veces
hasta donde sueña el río.-

                          ALDO R. GUARDATTI 
                     (del libro "El deseo a contraluz")
                     (Todos los derechos reservados)


DERECHO


martes, 28 de marzo de 2017

ME DUELE UNA MUJER EN TODO EL CUERPO (Homenaje a Jorge Luis Borges)

Me duele una mujer en todo el cuerpo
por sádicas heridas de su ausencia,
por sueños que se han vuelto pesadillas
a causa del sindrome de abstinencia.

Me duelen ya los labios de deseo
por los besos que no se dónde guardar,
que reclaman su piel de terciopelo,
que reclaman, iracundos, sin cesar.

Me duelen las falanges, cada una,
por caricias que tienen contenidas.
El dolor es tremendo por las noches,
con mitad de la cama aún tendida.

Me duelen, pues, los brazos y las piernas
por abrazos infructuosos al vacío
en noches solitarias, tormentosas,
que entre sueños la busco al lado mío.

Me duele con ardor la piel entera,
la calcina la ausencia de su roce,
y el ardor llega a grado intolerable
por recuerdos que a mi alma la carcomen.

Por eso no exagero yo en mis dichos
si es que digo que prefiero estar muerto.
Por su ausencia yo se sin lugar a dudas
que me duele una mujer en todo el cuerpo.-


                                  ALDO R. GUARDATTI
                              (Todos los derechos reservados)


TAN SÓLO POR SER MUJER

Por hacer igual labor
le pagan menos que a él,
aunque lo haga ella mejor,
tan sólo por ser mujer. 

Si se tapa, es una monja.
Si provoca, es una puta.
La rotulan sin demora
si hace algo que disfruta. 

Si superando a los hombres
demuestra sabiduría,
puede acabar destrozada
cual Hipatia de Alejandría. 

Así, culpa de su género,
la desmerecen sus padres,
la desmerecen sus hijos,
la desmerecen sus pares. 

Recibe feroz paliza
de patético cobarde,
tan sólo por ser más débil,
y así soporta el ultraje. 

A pesar de sus denuncias,
la indolencia de los jueces
hace que su padecer
acabe a veces en muerte. 

Muchos se llenan la boca
diciendo “nos dio la vida”,
más por cultura o costumbre
cuando hace falta lo olvidan.- 

                                      ALDO R. GUARDATTI
                          (Del libro "Despreciados y despreciables")
                                  (Todos los derechos reservados)


lunes, 27 de marzo de 2017

EL ARRULLO DE LAS OLAS

En la brisa se hamacaba
el arrullo de las olas,
la media noche llegaba
y la calle estaba sola.
Con las luces apagadas
caminaba en esa hora
por la casa adormilada
y me embriagaba tu aroma,
cuando atrajo mi mirada
tu silueta encantadora.

Sentada justo en el borde
de la mesa de la sala,
en penumbras de la noche
mi deseo provocabas,
y buscando yo tu roce
a tu cuerpo me acercaba
sin saber que sin pudores
ansiosa tú me esperabas,
y un baby doll de pasiones
cubría tu cuerpo hecho flama.

Rodearon mis brazos firmes
la lujuria de tu talle.
Tú te arqueabas como mimbre
con mis besos pasionales,
y mis caricias febriles
tus deseos más carnales
llevaron a lo sublime
¿para qué dar más detalles?
Fue nuestro gozo indecible.
Fue lograr lo inalcanzable.

En la cima de tus senos
jugaban irreverentes
mi lengua, mis labios, mis dedos
y a ratos también mis dientes,
y sin nimios titubeos,
cual si fuera una aguardiente,
embriagados de deseo
bajaban hacia tu fuente,
disfrutando el bamboleo
de tu cuerpo impenitente.

En la mesa recostada
y flexionando rodillas,
a mi pelo te aferrabas
como loca poseída,
empujando entusiasmada
mi boca, ya agradecida,
con muy frenéticas ganas
hacia el botón que palpita
en alhajero que guardas
lo que me hechiza e incita.

Abrumada y complacida
deslizaste hacia la alfombra
con ganas enardecidas,
con erotismo y sin sombra.
Sobre palmas y rodillas
me rendiste encantadora
la oscura y estrecha vía
que mis ímpetus añoran,
y con dulzura y porfía
te complací sin demoras.

Aferrado a tus caderas
como el náufrago al madero
desperté mil primaveras
en el ardor de tu cuerpo,
con un vaivén sin fronteras,
con un devenir incierto,
y tu esencia de pantera
afloraba por entero,
y te volviste una fiera
bella, salvaje y en celo.

Y la pasión nos perdía
con espasmos delirantes,
en el aire se encendían
incandescencias fragantes,
tu cuerpo se estremecía
y jadeos anhelantes
desde tus labios huían
en ese mágico instante
que derramaba mi hombría
en tu surco palpitante.

Acabamos recostados
sobre la alfombra mullida,
nuestros cuerpos agitados
y dos cómplices caricias,
con mis labios saboreando
tu piel aún encendida,
aquel lugar inundado
de una dulce algarabía
y tu rostro era adornado
con seductora sonrisa.

Tu piel aún ruborizada
me embriagaba con su aroma,
las penumbras perfilaban
la belleza de tus formas,
el instinto se calmaba
y escabullía entre las sombras.
La luna nos espiaba
aquella mágica hora.
En la brisa se hamacaba
el arrullo de las olas.-

                                ALDO R. GUARDATTI
                          (Del libro "El deseo a contraluz")
                           (Todos los derechos reservados)


BABYDOLL NEGRO


domingo, 26 de marzo de 2017

RUBÍ (Inspirada en el cuadro homónimo, del artista Diego Umerez)

Ella voltea hacia atrás su cabeza,
y con aquel paño de color rojo,
como avergonzada, cubre sus ojos,
tal vez simulando falsa vergüenza.

Resalta el rojo sobre su piel blanca,
como resaltan sus cabellos rojos,
como sus labios, suaves y carnosos,
en su piel suave, como porcelana.

Allí, sentada sobre el taburete,
de sus piernas apoya sólo las puntas.
No cabe el rubor en su piel desnuda.
Nada más el verla es puro deleite.

Y su palidez no evoca a la muerte,
evoca a la magia, a tiernas caricias,
evoca al placer que al pecado incita,
dulce secreto de amantes ardientes.

Es lo que un hombre ansía poseer,
sin ningún maquillaje o atavío.
Es cual obsequio sagrado, divino,
ella es un rubí en forma de mujer.

                                          ALDO R. GUARDATTI
                                    (Todos los derechos reservados)


viernes, 24 de marzo de 2017

INFANCIA PERDIDA

¿A la vera de qué ruta
habrán quedado olvidados
los autitos de juguete,
donde mis sueños viajaron
por caminos de mi infancia
en mundos imaginados?

Y me surgió la inquietud
de ¿en qué estante polvoriento
habrán quedado olvidados
aquellos libros de cuento
con que vivía aventuras
sin importar el momento?

¿Dónde estarán las bolitas,
el trompo y esas espadas
que con dos tablas y alambre
yo mismo me fabricaba,
jugando a ser bucanero
o un belicoso pirata?

¿Qué habrá sido del yo-yo,
la pelota o el balero
que hacían volar mi mente
y me hacían soñar despierto
sin cables, sin baterías,
con amigos compartiendo?

¿A dónde quedó mi infancia?
¿A dónde se fue ese niño?
¿En qué recodo del tiempo
de olvido quedó dormido?
que ahora quiero despertarlo
para que juegue conmigo.-

                       ALDO R. GUARDATTI
                  (Todos los derechos reservados)