Ahora que estamos solos,
como mejor yo sé hacerlo,
te contaré unos asuntos
que creo debes saberlos.
Ahora, que estar podemos
sin secretos, de hombre a hombre,
te diré algunas verdades
que es probable que te asombren.
Confieso que estoy con ella
cuando tú la dejas sola,
y mientras tú te diviertes,
soy el que llena sus horas.
Y sin siquiera un murmullo
le sugiero fantasías
de amor enfervorizado
con las que ella suspira.
Sin importarle lo que haces,
en fin... sin tenerte en cuenta,
a sus instintos salvajes
les deja la puerta abierta.
Y se vuelve loba en celo
adentro del dormitorio,
sin testigos indiscretos
ni prejuicio acusatorio.
Cómplice de esos delirios
soy, pues, sin poder negarlo.
A veces soy el motivo
sin siquiera sospecharlo.
Así, brota de mis versos
lo que tu boca y tus manos
sobre la piel de tu amada
hace tiempo han olvidado.
Nunca fue mío su cuerpo,
suya, sí, mi poesía.
La pasión no compartimos,
tan sólo la fantasía.
Por eso es que de hombre a hombre
sin presunciones te digo:
conquista su amor a diario
para que no sea perdido.-
ALDO R. GUARDATTI
(Todos los derechos reservados)
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