Un sueño de luna,
un beso latente,
y así, de
repente, se esfumó la bruma,
tus labios
acunan, sensuales, sonrientes,
un beso
inminente, pasión y ternura.
Revelan tus
prendas, muy breves y osadas,
tu piel tan
ansiada, la magia en tus piernas.
Mirándome tierna
muerdes la manzana
y enciendes las
ganas en mí sempiternas.
Rojo tu vestido,
roja la manzana
que tú,
intencionada, sensual has mordido
marcando el camino
de lujuria y gracia
que de rojo
empaña mi exaltado instinto.
Y ambos mordemos
el tentador fruto,
borrachos de
gusto, ardiendo en deseo
sin pudor ni
miedo, bajo el mismo embrujo
nos volvemos uno,
igual que aire y fuego.
Manzana mordida,
prendas por el suelo
y el dulce
desvelo por hacerte mía;
tu pecho se
agita, tus miedos huyeron
y entro en tu
cuerpo vibrando de dicha.-
ALDO R. GUARDATTI
(Todos los derechos reservados)
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