El raso negro te
cubre los ojos
y de raso negro
es tu lencería.
Anhelas ansiosa que te haga mía, y
te entregas
deseando máximo gozo.
El raso resalta
en tu piel blanca,
tus rubios
cabellos peinan tus manos,
me incitas a
lujuria con descaro
y yo no puedo ni
quiero evitarla.
Así, el raso
negro es sólo un peldaño
de dulce escala
que al Edén me lleva,
primer escalón y
estación primera
de nuestro viaje
a un goce extraordinario.
Y es el raso
negro más que un motivo,
es más que una
excusa mal ensayada,
es lo que
provoca la llamarada
de una pasión y
un disfrute genuinos.
Sólo tu desnudez
y mi deseo,
tan sólo tu
ansiedad y mis caricias,
de nada más,
pues, nuestro amor precisa,
pero es mejor si
luces raso negro.-
ALDO R. GUARDATTI
(Todos los derechos reservados)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario