Hay cosas que
pareciera
que nunca van a
cambiar,
y que me hacen
indinar
de un modo que
no quisiera.
La impotencia
desespera
y las noticias
me hieren
al saber que
niños mueren
no más por no
haber comido,
y el que
evitarlo ha podido
nunca hace lo
que debiere.
No hay lógica ni
motivo
que explique una
muerte asurda,
y cualquier
excusa es burda
cuando el hambre
es ofensivo.
Así, mis versos
escribo
buscando alguna
respuesta,
y si le suena a
protesta,
hacerse el sordo
no alcanza
pa’ poner algo
en la panza
de una criatura
indispuesta.
A los pobres nomas quieren
pa’
aprovecharles el voto,
después ni
siquiera en foto
los verán,
aunque insistieren.
Y los gurises se
mueren,
mientras que los
candidatos
buscan renovar
mandatos
para no soltar
la teta,
y usan cualquier
manganeta
pa’ sus fines
inmediatos.
Así, algunos se
hacen ricos
y atan todo con
alambre,
mientras otros
mueren de hambre,
especialmente
los chicos.
Nadie mete los
hocicos
para arreglar
este entuerto,
y por cada niño
muerto
del que habla
alguna noticia,
que no hay ni
dios, ni justicia
es lo primero
que alvierto.
ALDO R. GUARDATTI
(Todos los derechos reservados)
(Imagen de la red)
DIOS está, aunque la maldad del hombre y su avaricia lleven la creación a su final. Muy lindo y sentido tu escrito. Besos
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