Como
un arrullo del viento
se
escucha una melodía
que
multiplican los cerros
y
desparrama la brisa.
Como
si hiciera un hechizo
sobre
el pedazo de caña,
los
labios de ella lo besan
y
sobre él sus dedos bailan.
Sus
melodías lleva el viento
como
canciones de cuna
que
adormecen las estrellas
y
dan más brillo a la luna.
Se
vuelven sus melodías
caminos,
y también puentes,
por
donde bailan las hadas
y
traveséan los duendes.
Así hace brotar su magia
la hermosa diosa del viento,
vertiendo en sencilla quena
la luz de su alma y su aliento.
ALDO R. GUARDATTI
(Del "El libro de los homenajes")
(Todos los derechos reservados)
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